jueves, 23 de abril de 2015
Relatos de orìgenes
capítulo anterior llamaba la atención acerca del carácter épico de la obra de
Navarro Villoslada Amaya o los vascos en el siglo VIII
2
. Este carácter viene dado por el
hecho de que en sus páginas se proporcione un completo relato acerca de los orígenes
de Navarra. En primer lugar, la novela recogía una descripción de la procedencia de los
vascos por medio de la leyenda de Aitor. En segundo lugar, ofrecía un relato acerca de
los primeros pasos del reino de Navarra a través de su propio argumento.
Navarro Villoslada había tomado la historia del patriarca Aitor del escritor
suletino Augustin Chaho, quien la había publicado en su periódico L’Ariel en 1843
3
. En
rigor Chaho sólo había escrito una fantasía literaria pero, por razones que todavía no
están claras, su invención fue tomada por buena parte de sus lectores como un relato
verídico. El papel de la leyenda dentro de Amaya es bastante llamativo. Como vimos, la
novela narra principalmente el nacimiento del reino de Navarra, a saber, la unión de
vascones y godos en defensa de la fe católica. Sin embargo, este relato se asienta sobre
el de Chaho, relativo a la llegada de los vascos al Pirineo, dado que, en la novela, el
surgimiento de la monarquía navarra es anunciado por una profecía del patriarca
primigenio.
A esto se añade que Navarro Villoslada prosiguiera una rancia tradición
historiográfica local relativa al origen de los fueros. Según ella, éstos recogerían los
viejos usos y costumbres de los vascones y habrían sido institucionalizados al tiempo
que se coronaba al primer monarca. De este modo Amaya daba cuenta de forma
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